domingo, 23 de enero de 2011

II. Caminos que ya estaban ahí

El prólogo a Israel se vuelve cada vez más curioso. Con una infinidad de notas al pie de página (notas que no están ahí, pero que bien las mentes suspicaces pueden percibir) le voy señalando al lector que las cosas no siempre son lo que parecen. Si bien el conocer a un hombre marcó definitivamente mi deseo de ir allá, este fue sólo el primer paso de un proceso mucho más complejo del que yo pensé. El milagro no terminó ahí. Porque la cadena de hechos inconexos que sí estaban conectados me llevó a conocer al hombre que no es un mero símbolo, sino la posible consumación de todo cuanto he deseado: Isaac. Él ya estaba ahí. Ya había estado, en muchos momentos, en muchos lugares. Nos pudimos haber encontrado de muchas formas, las más simples, las más comunes. Pero no fue así... Maktub, dicen por ahí.

Nos encontramos ahora.

1 comentario:

ARMANDO dijo...

Ducel,
el Bef me comentó que te podía interesar el blog. Te mando el link:
http://postcardsfromtheedge-armando.blogspot.com/2011/04/el-intrepido-explorador-y-su-amigo-el.html
Con suerte hasta te ayuda en tu tesis.
Un saludo.